lunes, 5 de marzo de 2018



Un día en el ático.



Yo también me tomé la libertad de buscarte,
aquí entre los silencios de la nada,
entre titubeos de dioses mudos,
bajo la mirada rara de aquella mujer,
a la vuelta de la esquina.

Recosté las lágrimas sobre la madera,
y sin rostro y con notas,
dibujé trozos de ti,
un esbozo de los primeros años,
no lo olvidé...

Acomodé mi cabello,
miré hacia la ventana,
otra vez invierno, toca una campana,
¿usaré ese mismo abrigo?
Besaré la noche.

Que ya llegue la noche,
donde pueda extraerte,
donde pueda soñarte,
donde pueda...
La luz del techo baña el puño de mi mano.

Abraza éstos oscuros versos,
Oh, noche pasajera,
deja dormir a mis huesos,
ábrele la casa a una extraña cualquiera.
Cierro   mis ojos.

Llevo mi esperanza
hacia el pecho,
donde guardo todo en amor y silencio,
la tarde de sol y tus ojos de viento.
Aquí estarás conmigo.

LGHP

martes, 13 de febrero de 2018



Yo sé que te ella te extraña.


Tan sólo fue un viento ausente,
una voz sin versos,
una luna sin noche.
Qué adiós que no olvido...
Busco la firma de tu nombre entre mis recuerdos,
la encuentro, la traduzco y después la tengo.
Aquí estás conmigo.
Dulce, callado, sonriente.